
La verdad es que han sido unos meses increíbles: he podido reflexionar, descansar y recargar a tope mi energía para la siguiente aventura, conocer a muchas personas y empresas interesantes por el camino, y pasar más tiempo con la familia… pero ha llegado el momento de empezar la siguiente aventura, ¿quieres saber cuál es la aventura a la que me uno?



Si hay alguna verdad universal en el mundo de las startups, es que no te vas a aburrir. Cambios, iteraciones, escalado, fases nuevas para las que no estabas preparado… Y esto es especialmente cierto para el CEO de la startup, ya que a lo largo del proceso de validar, escalar y luego maximizar un negocio su papel cambia de forma muy importante.


Crear una startup es un proceso complicado. Mucho (mucho) más de lo que uno cree de entrada… y el camino está plagado de diversos desvíos, anuncios y “grandes oportunidades” que te llevan a callejones sin salida o incluso abismos mortales. Pero un día de repente las cosas empiezan a funcionar: no de forma espectacular, sino poco a poco, de forma inadvertida.
Si, más descansar. No más lean startup, no trabajar más horas, no más esfuerzo ni nuevas herramientas. No trabajas ni en una cadena de montaje ni despachando pan en una panadería. Tus principales herramientas de trabajo son tu creatividad y tu capacidad para buscar nuevas soluciones… ¿y crees que estar cansado te ayuda en algo?